Ortografía y demás...

Cuando yo estaba en tercer año de bachillerato tuve una profesora de Castellano que era exigentísima. Todas en el colegio le temían y la odiaban (era un colegio sólo de niñas). Porque no sólo era exigente en cuanto al contenido de su materia sino también con la redacción, la gramática y sobre todo con la ortografía. Tanto así que nos quitaba un cuarto de punto por errores de puntuación, si una oración no tenía mucho sentido la tachaba completica y de paso nos quitaba un punto por cada error ortográfico. Un punto!! Había gente sacaba 20 por el contenido y después del ajuste ortográfico le quedaba debiendo nota!!

Les estaría cayendo a mentiras si les digo que en ese momento entendía la importancia de lo que ella trataba de hacer con su técnica. Yo simplemente no quería raspar Castellano porque enfrentarme a mi mamá con una boleta con notas en rojo era peor que cualquier cosa en el mundo.

Así que me dediqué a aprenderme todo ese montón de reglas: que si cuando se usa C en vez de S, que si las agudas, graves y esdrújulas, que cuales llevan H...y bueno, pasé mi materia que era lo que me importaba en ese momento.

Con el tiempo entendí lo mal que se ve un texto con errores ortográficos. Hoy cuando me consigo palabras mal escritas, mal acentuadas o mal utilizadas me saltan a la vista fastidiosamente, como una piedrita en el zapato que no te puedes quitar. Evidentemente no pretendo dármelas de perfecta ni de sabihonda, pero trato de escribir lo mejor posible y ante la duda siempre está el diccionario.

Todo esto viene a cuento porque recibí un correo de un gerente con las siguientes perlas: "podemos hacer una conbinacion...(bueno -pensé- la m y la n están juntas en el teclado, debe haber puesto mal el dedo, aunque una vocecita interna me recordaba que el Outlook tiene corrector ortográfico)...porque no pueden aber tantas..." (para este último sí que no encontré excusa!!).

Creo que a mi profesora le hubiera dado un infarto...