"...Jesús hermanos míos es verbo no sustantivo..."

No me gusta entrar en temas ni políticos ni religiosos porque son muy delicados y la gente puede ofenderse fácilmente. Así que de antemano aclaro que mi intención no es ofender y mucho menos juzgar, simplemente les cuento y opinamos.
Mi hija estudia en un colegio bilingüe al que asisten niños de distintas religiones y estratos sociales. El año pasado, varios representantes católicos que queríamos que los niñitos hicieran la Primera Comunión, nos pusimos de acuerdo para formar un grupo de manera que la hicieran todos juntos (en los colegios religiosos ésto lo organizan casi que automáticamente pero en nuestro caso uno tiene que hacerlo por su cuenta puesto que el colegio no tiene ninguna orientación específica en este sentido).
Total que la preparación para la comunión duró casi todo un año escolar. Fueron meses durante los cuales nuestro niñitos compartieron y "aprendieron" muchas cosas. Meses asistiendo a misa todos los domingos y leyendo la Biblia y escuchando los sermones del sacerdote y los catequistas. Meses en los que incluso les ponían tareas sobre valores y principios que rigen la vida de un católico.
Ahora, por qué les cuento esto a estas alturas?? Porque resulta que me cuenta mi hija que algunos de sus amiguitos del colegio han agarrado el "hábito" de insultar a sus compañeros de clase diciéndoles POBRES. "Yo no juego contigo porque eres pobre" "No te juntes con él porque es pobre" "Porque tú eres pobre, por eso"...cosas así.
Y no puedo dejar de preguntarme de dónde unos chamos de 10 u 11 años pueden sacar que decirle "pobre" a alguien es insultarlo?? de dónde aprenden a separar o a despreciar a alguien porque es "pobre"??
Dentro de todo, lo menos malo sería que estén siguiendo algún ejemplo (que lo vean en sus casas o con los adultos que los rodean) porque si les sale natural, es decir, si lo hacen por inspiración propia, estamos jodidos. O sea, esta es la generación en cuyas manos va a estar el mundo en un futuro no muy lejano y si piensan así...tú me dirás.
Así que asumiendo que están imitando a alguien, pues no puedo dejar de preguntarme para qué carajo una familia lleva a su hijo a hacer la Primera Comunión si luego los chamos hacen estas vainas y ellos ni pendiente. Para qué lo llevan a un sitio donde le van a enseñar que todos somos hijos de Dios y por lo tanto hermanos, iguales ante sus ojos; un sitio en el que le van a enseñar a amar, a obedecer y a seguir a un Dios hecho carne que, según dice la historia, vino al mundo más pobre que nadie y murió por nosotros?? No hicieron aquella tarea sobre las Bienaventuranzas, esa donde decía "Bienaventurados los pobres porque de ellos será el Reino de los Cielos"??
Y entonces me acordé de la canción de Ricardo Arjona que le da título a este post. Definitivamente parece que hay gente que toma la religión como un simple palabrerío y nada más. Y estos eventos, que podrían convertirse en trascendentales porque podrían marcar lo que va a ser ese chamo cuando crezca, se convierten en un evento social.
Repito, no estoy juzgando. No hace falta hacer la primera comunión para creer en Dios o ser buena persona; no hace falta ser padrino de bautizo del hijo de alguien para preocuparse por el chamo o para velar por él si a los padres les pasa algo. Conozco gente completamente atea que son unas de las mejores personas que han pasado por mi vida. La religión, en mi opinión, puede complementar, pero no creo que sea imprescindible. Porque los principios sobre los que uno basa su vida vienen de la familia, de las experiencias que uno vive, estén o no complementados con la religión. Cada quien tendrá sus creencias a este respecto y llevará su vida con o sin la presencia de un Dios o Ser Supremo o como lo quieran llamar. Pero eso sí, si vas a predicar algo, demuéstralo con hechos. Mi humilde opinión es que enseñar una cosa y hacer otra con el ejemplo (o dejando de hacer como en este caso) es como falso. Especialmente cuando estamos formando a estas personitas que copian lo que hacemos y que tenemos que ir moldeando por el camino correcto si es que queremos un mundo mejor.
Así que, aunque no todas las canciones de Arjona me gustan, y en esta particularmente hay muchas cosas con las que difiero, coincido con él en que definitivamente hay que demostrar con nuestras acciones aquello en lo que decimos creer. Actuar pues. Hechos, no palabras.


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