"...amigo me parece que fue ayer cuando celebramos aquel año nuevo..."

Este año las navidades han sido extrañas...como agridulces...como tristes-alegres ("tristegres" podría ser?).

Y la verdad es que me he estado haciendo la loca para no pensar pero la realidad es que este año no ha sido igual.

Y es que me faltan 2 pedacitos...que ya no son tan "pedacitos" porque están grandecitas pero igual siempre serán mis chiquiticas, mis consentiditas, mis hermanitas.

Me faltaron sus risas el 24, sus insistencias para que los Nonos no se fueran a acostar tan temprano, sus caritas al abrir los regalos, nuestras coreografías inventadas, nuestras conversas mil veces repetidas de cuando éramos chiquitas y la Hermana Mediana me despertaba a las 5 de la mañana para abrir los regalos...o el cuento de la Hermana Menor que no había manera de que se acostara a dormir el 24 y luego el 25 no se quería despertar y nosotras desesperadas porque TENIAMOS que estar las tres para abrir los regalos...Y yo tratando de disimular porque la Mediana me decía que "la letra del Niño Jesús se parece a la de mi papá" y la Menor terminaba queriendo lo que me habían comprado a mí pero igual yo se lo dejaba porque total, "ella es más chiquita"...y yo de verdad felíz de dejárselo porque en realidad lo único que yo siempre había pedido desde que tenía como 4 años era una hermanita y a la final, después de 10 cocinitas y 7 juegos de té, el Niño Jesús me trajo dos. Dos Reinitas que me sirvieron de "training" para cuando nació La Princesa.

Y este año resulta que andan por ahí realengas quién sabe en qué lugar del mundo (mentira, sí sé en qué ciudad pero decirlo así suena a mamá rezongando no?) y me quedaron debiendo mi abrazo de felíz navidad y peor aún me van a deber el de felíz año.

Quién me va ayudar con todo el peo pre-cañonazo? El sencillo en una mano, el dólar en la otra, las uvas, la champaña, salir corriendo por las escaleras con las maletas aunque a la final no viaje ni a La Guaira...Y después las risas recogiendo todo el reguero y volver al bailar "...traigo un ramillete, traigo un ramillete de un lindo rosal..." y brindar por el nuevo año y el doctorado de la Mediana y la graduación de la Menor y un nuevo grado de La Princesa y un trabajito nuevo pa' mi y mucha salud para todos...

Coño...este año me van a faltar dos abrazos y siento que me falta como aire. No porque no me baste con el de mi esposito ni mucho menos con el de La Princesa...Cada abrazo tiene su lugar, su espacio, su significado...y el asunto es que me faltan dos.

Supongo que estos momentos también forman parte de ese training. Supongo que un día de estos me despierto y La Princesa está en quién sabe dónde haciendo experimentos con noséquécosas que sólo entienden ella y la Hermana Mediana, porque se supone que el ciclo de la vida es así y los hijos no son de uno y todo ese cuento...

Pero aunque suene egoísta yo no quiero que nadie se vaya para ningún lado. Yo quiero a mi familia completica, todos junticos...tal vez no bajo el mismo techo, ta' bien, pero al menos a no más de media hora de distancia...contando el tráfico y todo. Quiero mi mesa full, sin sillas vacías; quiero a La Princesa sacándole las pasas y las aceitunas a las hallacas y a la Hermana Menor regañándola sin acordarse de que ella hacía lo mismo hasta hace muy poco y a la Nona diciéndole que la deje tranquila, "que le saque lo que no le gusta y se coma lo demás", y a la Hermana Mediana diciéndole a la Nona que por qué a nosotras nos obligaba a comernos toda esa vaina, y al Nono tratando de comerse el pernil sin que nadie se dé cuenta y a mi esposito muerto de risa viéndonos con todo ese peo armado al ritmo de "...yo no olvido al año viejo porque me ha dejao cosas muy buenas..."

Yo no sé pero yo quiero que este diciembre se acabe ya porque creo que es la primera vez que se me hace tan tristegre una navidad.