Documental sobre desórdenes alimenticios

Anoche en HBO transmitieron un documental llamado Thin (delgado o flaco, en inglés) grabado en un centro de tratamiento de desórdenes alimenticios (hagan click en el enlace para ir a la página de HBO).

Poco puedo escribir que no se haya dicho ya acerca de este tema. Los casos de anorexia y bulimia se han incrementado de forma alarmante en los últimos años y más grave aún, los casos de fallecimientos por estas afecciones siguen aumentando. Esto lo hemos estado leyendo frecuentemente de un tiempo para acá.

Pero de este programa que ví anoche me impresionaron tres cosas de manera muy particular:

Primero, las edades tan tempranas en que las pacientes comenzaron a mostrar los primeros síntomas. Había una niña de 15 años, por ejemplo, que a los ocho años comenzó a tomar laxantes para adelgazar porque se sentía mal con su peso. Otra de las pacientes empezó a los 12 años, otras en la adolescencia... Y recordé las veces que he estado de compras y he escuchado a las mamás decirles a sus niñas comentarios como "cómo te vas a comprar ese pantalón?? no ves que se te salen los cauchos??". Recordé las veces que la gente entrépita se encuentra con uno y le dice a tu hija: "pero si se puso gorda!! Fulana, tienes que hacer dieta, estás redondita!!!" Y pensé que para las niñas que tienen problemas de autoestima estos comentarios deben ser como hundirles más la daga, no?

Lo otro que es impresionante es el costo de la terapia. Pacientes que iban bien, otras que sin supervisión lo más seguro era que recayeran, debían abandonar el tratamiento porque sus pólizas de seguro no les cubrían más. Y ustedes me dirán que eso pasa todos los días aquí en los hospitales e incluso en algunas clínicas donde sin el voucher de depósito no te atienden o si se acaba la cobertura debes irte a otro lado. Pero quizás lo que me impresionó fue darme cuenta de que para ese tipo de enfermedades hay muy pocas opciones gratuitas de tratamiento.

Y por último, más que impresión lo que me dió más tristeza fue ver lo difícil que es superar estos trastornos. Las pacientes deben ser supervisadas todo el tiempo porque ellas mismas sabotean su tratamiento y se laxan a escondidas o toman pastillas no prescritas. Es decir, a pesar de estar conscientes de su enfermedad y las consecuencias que puede tener, no resisten la idea de ganar peso y siguen sintiéndose gordísimas aunque solo pesen 29 kilos, como una de las protagonistas del documental.

No sé si irán a repetir el programa, pero si pueden revisen las guías de programación de sus compañías de cable (esto sonó a comercial jejeje) y si lo ven por ahí, no se lo pierdan. Es de verdad excelente.