Tal día como hoy...

Te ha pasado que hay ciertos días que quisieras volver a vivir para cambiar algo, hacer algo que te faltó o simplemente no hacerlo?

Hay varios días de mi vida que están en alguno de estos grupos. Momentos que quisiera cambiar, cosas que me hubiese gustado hacer de forma distinta, o situaciones que de plano me gustaría que no hubieran ocurrido nunca.

Pero hay otros días que quisiera volver a vivir tal cual como sucedieron. Sin quitar ni agregar nada. Repetirlos exactamente igual.

Uno de esos días es precisamente una fecha como hoy, hace doce años. Porque hoy hace exactamente doce años que llegaste a mi vida.

Y si hay un día que quisiera repetir es ese primer momento en que te tuve entre mis brazos, esa primera vez que me vi en tus ojos, ese primer beso que te di. Porque ese día me regalaste el mejor título que he podido tener: el título de mamá.

Y es un título extraño porque a diferencia de otros, con el título de mamá, una vez que lo tienes es que empiezas a aprender. Quizás por eso a veces te sientes impaciente conmigo, otras quizás no me entiendes mucho, pero es que para serte sincera en ésto estamos aprendiendo juntas. No importa cuanto uno lea o cuanto consejos te den, la única manera de aprender a ser mamá es en el camino.

Y aunque nunca te lo he dicho por escrito (siempre escribo sobre ti pero nunca te había escrito A TI) cada uno de los días de estos doce años de aprendizaje han sido únicos y maravillosos.

Doce años después descubro que tu mirada sigue siendo la misma que aquel martes hace doce años, aunque los ojitos te hayan cambiado; tu risa sigue siendo la misma aunque ahora tengas más dientes que en aquel entonces; tus abrazos se sienten igual aunque tus brazos sean ahora más grandes. Porque no importa lo grande que estés para mí siempre serás mi chiquitica, mi princesita, La Princesita.

Tener doce años es complicado, es como estar en el medio de dos etapas y sé que por eso te desespera que te diga que eres muy chiquita para unas cosas pero muy grande para otras. Y es que aunque has aprendido un montón y hay muchas cosas que ya debes saber, aún queda todo un mundo de ellas que te faltan por vivir.

Hace doce años a esta hora me hiciste la mujer más felíz del mundo. Como dice nuestra canción "contigo aprendí que yo nací el día en que te conocí".

Te deseo el mejor de los cumpleaños, Princesa, que todos tus deseos se hagan realidad y que Dios nos regale muchos años más para compartir y para seguir aprendiendo de ti.

Te amo hasta el infinito y más allá...!!!