Recordando mis clases de Psicología...

En algún momento, no sé si en 4to año de bachillerato o cuando estaba en la UCAB, estudié una cosa que se llamaba condicionamiento clásico. Tenía que ver con unos estudios que hizo un pana de apellido Pavlov quien, haciendo sonar una campana justo antes de darle comida a un perro, logró que éste salivara nada más con oir el sonido de la campana (el perro asociaba automáticamente el sonido con la comida o algo así). Y bueno, si funcionaba con los perros seguramente con los humanos también.

Me estaba acordando de esta teoría porque resulta que recientemente he descubierto que me revienta el sonido de la cornetica de las motos.

Y me arrecha que la neurona que algunos motorizados utilizan para tocar la cornetica esa, no la usen para apretar el freno; me recontraarrecha que crean que tocarla les permite desmaterializarse y pasar por el milimétrico espacio que queda a veces entre los carros y sobretodo me requeterecontraarrecha que tengan las santas bolas de manotear y mentarle la madre a uno cuando ven que, oh sorpresa, efectivamente no caben por ahí.

Creo que el sonido de la cornetica lo estoy empezando a asociar con todo lo anteriormente expuesto y al hecho de que cada vez que suena, contengo la respiración porque siento que, mínimo, el desgraciado me va a rayar el carro.

Así que creo que el estímulo de ese sonido está produciendo en mí un reflejo condicionado de querer pasarle el carro por encima al próximo mamarracho que venga esmachetao tocando la cornetica mientras zigzaguea entre los carros.

Pavlov como que tenía razón...